jueves, 16 de octubre de 2008

PERIODISTA: VUELVE A TU VIDA, VUELVE A TU MEDIO.

Como encontrar una luz tenue en la oscuridad, como si lo que se viera no fuera cierto, aparece en este lugar, una casona casi espectral, donde el tiempo ha castigado todas sus estructuras, ahí escondido vemos también en esa misma situación de abandono a Guillermo Descalzi. Un periodista peruano ejemplar en sus años mozos. Un curtido y experto del medio, gracias a sus cubrimientos periodísticos tanto en la Casa Blanca, como en la guerra del Golfo. Su elegancia y la excelente presencia, hacia que tuviera contacto con los más grandes personajes importantes de la política y los más altos ejecutivos de los Estados Unidos, donde su pensamiento de reportero moderno lo empotraba con una sabiduría casi perfecta. Hoy al ver su estado la sensación que se tiene es la de terror.

¿Terror?, ¡no! pánico es el que ahora sentimos al ver aquel hombre de inmutable reputación, de una forma casi irreconocible; donde la imagen de aquel personaje ejemplar, yace escondida bajo el paso del tiempo representado en su rostro, sus ojos, su barba, sus palabras, su ropa y sobre todo sus pensamientos que esconden una serie de ideas que hacen que Guillermo sigua perdido dentro de aquel ser extraño y a la vez mal oliente.

La vida da muchos cambio se dice en el ámbito popular, aquí esta teoría se justifica casi de manera que no se quisiera confirmar; ya que no alcanza a penetrar en la mente de cada uno de nosotros, el estado en que esta el ilustre periodista y corresponsal de Telemundo. La hecatombe de su estado tanto físico como mental parece increíble; aquel personaje que se conocía en el medio ya no existe. Únicamente el recuerdo de su nombre y las innumerables entrevistas que realizó para su trabajo en una de las más importantes cadenas de televisión hispana de los Estados Unidos, son en sí los únicos despojos que quedan ya de Guillermo Descalzi.

Luego de convencerlo para que diera una entrevista al periodista que lo encontró en tan lamentable estado, este accede de manera gentil, sin antes recordarle, que no es el medio donde mejor se desenvuelve. Él acude a sus recuerdos que neciamente quieren dejarlo, que le impiden dejar atrás su pasado para decirle que su mejor sitio para las entrevistas es el lugar del entrevistador.

Cada pregunta que se hace al antes conocido como el casi perfecto periodista, se convierte en una respuesta evasiva, donde sus ojos se mueven de lado a lado tratando de buscar una respuesta casi imposible, o más bien tratando de convencer al entrevistador que esa forma de vida es la mejor, y que su pasado ya es una historia para no recuperar.
El insistir en buscar una ayuda por parte de quien le esta indagando, se convierte en una esperanza para los que estamos viendo esta situación, imaginamos que por fin él se dará cuenta de que necesita ayuda y de forma inmediata; pero contiguo a nuestro pensamiento la respuesta de Guillermo es una serie de ideologías que buscan de manera ya arrastrada de los cabellos justificar su forma de supervivencia en un mundo de perdiciones, compartiendo momentos con personajes que consumen alucinógenos y que en nada ayudan a tratar de buscar la recuperación de Guillermo.

La Biblia pasa a ser un instrumento o quizá para él, el arma perfecta para defenderse de esta serie de inquietudes que buscan una respuesta que nunca pareciese llegar. Es aquí donde la pregunta más importante hace aparición como el resumen de todas las que ya se le han dicho “¿Guillermo por qué?”.
Sosteniendo la respiración y apretando los labios, lo vemos fijamente a su boca, esperamos que su réplica por fin de una claridad de su situación. Al contrario vuelve a utilizar la Biblia como ese escudo para evadir una contestación anhelada. Pero no, sigue siendo la misma evasiva que a lo largo de la entrevista ha expresado. Solo ahora Dios juega un papel importante en mi vida, ya que fue él, el que lo ayudo a despojarse de toda su vida pasada, para convertirse en un ser simple como lo fue el hijo de Dios.

“¿Por qué Guillermo?” es la inquietud que más se repite. “porque Dios es todo, es él el verbo y nosotros somos el adjetivo” “creemos que somos el centro del universo, y la verdad eso no es así”.

Después de una cascada de preguntas donde lo que se buscaba es una solución a su dificultad. Por fin Guillermo acepta que tiene un problema; sus ojos cansados y arrugados son el reflejo de esos dos años que ha vivido en las profundidades de la oscuridad, ahora ya tienen un horizonte trazado. Ahora se vislumbra un futuro. Ahora la luz ya aparece en aquella atormentante oscuridad de vicio, hambre, soledad y la falta de autoestima.

Al salir de aquella pesadilla y dar sus primeros pasos hacia su regeneración en la sociedad, todo parece haber cambiado de una forma inimaginable. La sociedad a la cual dejo atrás por convertirse en un hombre sombrío y sin futuro vuelve a tomar esas riendas de las cuales nunca debió dejar.
Sus compañeros de vida en la calle se acercan para despedirlo, los abrazos se hacen presentes, las lagrimas fluyen y las palabras que nunca se dijeron salen también de la oscuridad y se dicen sin temor a lo que se pueda llegar a sentir. Aquí finaliza el principio de esta historia.

Luego de un largo proceso de recuperación en el que aun se encuentra, es hora de ver cómo va la evolución por resarcir de las cenizas a aquel periodista que en algún momento se había perdido. La impresionante imagen que se tiene de él después de su tratamiento es inimaginable. Su aspecto es el mismo de aquel reportero de Telemundo que por un motivo que se desconoce, dejo su vida de lujos y placeres. Ahora en su rostro se refleja la alegría y el entusiasmo por salir adelante después de ese largo letargo al cual había caído.

Hoy, sus amigos que le facilitaron la chance de entrar al medio informativo, aparecen de nuevo en busca de darle otra oportunidad, a aquel periodista que marco una un estilo en su época. Su amigo y primer jefe con el que trabajó Enrique Gratas le extiende la mano, al que consideró como uno de los mejores en el ámbito de manejar la cámara. Ahora es tiempo de que tome las riendas de la dirección de su programa Ocurrió Así.

Para finalizar podríamos decir que esta es una de esas historias con final feliz, pero es un claro ejemplo de cómo una persona a la cual parece no faltarle nada, en un segundo de su vida pasa de ser alguien reconocido a convertirse en una de las personas que saturan aun mas las calles, con la necesidad de comer y de buscar un abrigo,- quizá el que más necesitan y busquen sea el del amor.-
Ayer le pasó a Guillermo Descalzi, mañana a que otra persona la vida le jugara una mala pasada. Podría ser UD…



ALEXANDER RINCONES
ESTUDIANTE DE COMUNICACIÓN SOCIAL-PERIODISMO.
III SEMESTRE

1 comentario:

angela dijo...

la verdad tus escritos son muy coherentes y tienes exelente redaccion que como persona seas todo lo contrario lastima que seas de doble cara y en realidad reflejas miedo y odio en mi ser y tu sabes porque que falsedad la tuya.....